Bebidas isotónicas, malas compañeras de la salud dental

Bebidas isotónicas y salud dentalTe pones los auriculares, las mallas y te calzas las deportivas más adecuadas para ti, previo estudio de la pisada, y sales a correr. Todo normal. Llegas a casa y, para recuperarte, te tomas una bebida isotónica. Nada nuevo bajo el sol, una rutina muy extendida. Pero cuidado con introducir en tu dieta estos productos energéticos. A todos nos vienen a la cabeza dos o más nombres de marcas de estas bebidas reconstituyentes, sobre todo tras un rato de intensa actividad física.

¿El problema? Que un consumo excesivo de bebidas isotónicas puede perjudicar tu salud dental. No se trata de hacer una campaña contra estos productos, sino de advertir que, como en todos los ámbitos de la vida, el exceso puede resultar contraproducente. Los azúcares que contienen este tipo de bebidas afectan directamente al esmalte y a la dentina, debilitándolos y aumentando el riesgo de sufrir caries. Por ello, es recomendable esperar unos minutos para cepillarse los dientes después de haber tomado estas bebidas isotónicas.

Así, damos tiempo a que el esmalte vuelva a fortalecerse y los ácidos de estos líquidos no penetren en los dientes de una manera tan directa. En esta línea, otra consecuencia directa de un consumo desmesurado de estos refrescos reconstituyentes es la aparición de sensibilidad dental. Ingerir de manera habitual estas bebidas supone admitir que están ganando la partida a otras en el día a día de muchos pacientes a la hora de hidratarse, hayan hecho o no deporte. Una circunstancia que, sin duda, daría para abrir otros debates más extensos.

En definitiva, lo fundamental es no perder la perspectiva y utilizar cada alimento, recurso o herramienta para un mejor funcionamiento de nuestro organismo. Por tanto, las bebidas isotónicas deben limitarse a ser un complemento en la rehidratación y recuperación del cuerpo tras la práctica deportiva.

 

Imagen: Freepik

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