Esos tiempos de inseguridad y desconfianza por la colocación de aparatos han quedado atrás, aunque eran, en cierto modo, entendibles. Aquellas tiras de alambre grises y feas de antaño no ayudaban. Por fortuna, la ortodoncia invisible ha llegado para quedarse y  complementar al modelo clásico. ¿Quién ha dicho que estética y funcionalidad son incompatibles?

Los dos grandes exponentes de esta tipología de correctores bucales son:

1) Ortodoncia lingual. Los brackets se fijan en la parte interna de los dientes, así que son invisibles a ojos de terceros. Aunque tiene un pequeño inconveniente: al colocarse en la zona de la lengua y el paladar, los pacientes pueden experimentar algunas dificultades de dicción durante los primeros días de implantación.

2)Invisalign. Es el nombre técnico que reciben los alineadores transparentes. Este tratamiento, a diferencia de la ortodoncia convencional, al ser controlada por un ordenador, tiene una gran precisión. Este tipo de ortodoncia endereza los dientes mediante pequeños moldes confeccionados a medida, extraíbles e invisibles para cada paciente, que se cambiarán cada dos semanas. Los dientes se irán moviendo poco a poco semana tras semana hasta que llegan a su posición ideal. Es un sistema predecible, eficaz y cómodo que cambia y mejora la sonrisa sin apenas interferir en el día a día.

Nuestros profesionales se encargarán de estudiar cada caso para ver qué tratamiento es más aconsejable, ya que en Platón Dental no tenemos dudas: tu sonrisa es la nuestra.