Tabaco y salud bucodental, enemigos irreconciliables

TabacoManchas, mal aliento, cáncer oral, periodontitis… Fumar incrementa notablemente las opciones de padecer complicaciones y patologías en el ámbito de la salud bucodental. Un tema del que ya se ha escrito mucho, pero nunca está de más recordarlo para intentar remover las conciencias de los fumadores.

Los peligros del tabaco, que contiene más de 4.000 sustancias cancerígenas, son los siguientes:

– Primera causa de cáncer oral. El tabaco es el principal potenciador de esta dolencia. Este tipo de cáncer no es mayoritario, aunque presenta una mortalidad elevada por un diagnóstico tardío.

– Encías más débiles. Los fumadores están más expuestos a tener problemas en esta capa que rodea las piezas dentales, ya que reciben menos oxígeno y cantidad de sangre. En este sentido, el tabaquismo también acelera la aparición de la periodontitis  o piorrea (enfermedad de las encías).

-Tratamientos más lentos e ineficaces. El tabaquismo actúa de freno. Así lo demuestran diferentes estudios de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA). Según las cifras de esta institución, entre el 85 y el 90% de los pacientes que no responden correctamente a los tratamientos periodontales fuman.

El peor aliado para los implantes. En una cavidad oral castigada por el tabaco, cuesta más fijar los implantes porque la cicatrización es más lenta, los tejidos blandos se modifican y las fundas se asientan peor.

-Más caries. La saliva es un protector natural ante estas pequeñas perforaciones que se forman en los dientes, pero los fumadores cuentan con menos cantidad de flujo salival, así que la boca de los enganchados al cigarrillo es mucho más proclive a tener caries.

-Manchas. El tabaco, a través de sustancias como el alquitrán o la nicotina, oscurece el esmalte y amarillea los dientes, el caldo de cultivo perfecto para que aumente la presencia de sarro.

-Menos gusto y olfato. Fumar inflama las fosas nasales, una circunstancia que afecta de lleno a la percepción de olores y

-Halitosis. El mal aliento es una de las consecuencias más evidentes y desagradables que se deriva del hábito tabáquico.

Desde Platón Dental os animamos, si sois fumadores, a replantearos que dejéis este mal vicio. Para la boca en particular y la vida en general, supone un cambio indiscutiblemente a mejor.

 

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