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Cómo la cirugía maxilofacial transforma función y armonía facial

Más que estética, la cirugía maxilofacial restaura la función, la simetría y la armonía facial, mejorando la salud y la confianza del paciente.
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Doctor Vicente Platón
Doctor en Odontología (mención sobresaliente cum laude). Especialista en Periodoncia e Implantes. Licenciado en Odontología, Universitat Internacional de Catalunya. Master en Periodoncia e Implantes, Universitat Internacional de Catalunya acreditado por la European Federation of Periodontology (EFP). Post-Grado en Prostodoncia, Universitat Internacional de Catalunya. Master en Biomedicina, Universitat Internacional de Catalunya. Profesor Asociado del Master de Periodoncia de la UIC. Socio titular especialista de la sociedad española de periodoncia y osteointegración (SEPA).

Table of Contents

La cirugía maxilofacial es una especialidad médica que une ciencia, precisión y estética para tratar alteraciones que afectan a la boca, la mandíbula, el rostro y el cuello. Su objetivo no es solo corregir un problema visible, sino restaurar la función masticatoria, mejorar la respiración, equilibrar la mordida y devolver armonía facial.

A diferencia de la cirugía dental convencional, el cirujano maxilofacial aborda estructuras más profundas: huesos, músculos, articulaciones y tejidos blandos. Gracias a los avances en planificación digital 3D, guías quirúrgicas y cirugía mínimamente invasiva, los tratamientos actuales ofrecen una precisión milimétrica y una recuperación más rápida.

Es habitual recurrir a esta especialidad en casos de:

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  • Maloclusiones o alteraciones de la mordida, como la mandíbula retraída o el prognatismo.
  • Extracción compleja de muelas del juicio o quistes mandibulares.
  • Cirugía ortognática para mejorar tanto la función como la estética facial.
  • Traumatismos faciales, tumores o defectos congénitos.
 

Más allá del aspecto físico, la cirugía maxilofacial tiene un profundo impacto en la autoestima, la salud oral y la calidad de vida. Un tratamiento bien planificado puede transformar el modo en que una persona come, respira y se ve a sí misma.

El equilibrio facial no se logra solo corrigiendo la forma, sino recuperando la función. La cirugía maxilofacial trata la salud y la belleza como un todo.

¿Cuándo está indicada una cirugía maxillofacial?

La cirugía maxilofacial se indica cuando existen alteraciones funcionales, estéticas o estructurales que no pueden resolverse mediante tratamientos odontológicos convencionales. Su campo de actuación es amplio: desde una extracción compleja de muelas del juicio hasta la corrección de deformidades faciales que afectan la mordida, la respiración o la expresión del rostro.

En general, el especialista evalúa tres grandes grupos de indicaciones:

  1. Indicaciones funcionales
    Se relacionan con la masticación, la deglución, la respiración o la fonación. Entre ellas:
  • Maloclusiones severas o asimetrías mandibulares.
  • Dificultad para masticar o hablar correctamente.
  • Trastornos de la articulación temporomandibular (ATM).
  • Apnea del sueño por retrusión mandibular.
  1. Indicaciones estéticas
    Surgen cuando una alteración estructural afecta la armonía facial. Ejemplos:
  • Mandíbula o mentón desproporcionados.
  • Asimetrías faciales.
  • Secuelas de traumatismos o intervenciones previas.
    En estos casos, la cirugía maxilofacial no solo mejora la apariencia, sino que restablece el equilibrio entre forma y función.
  1. Indicaciones médicas
    Engloban patologías que comprometen la salud bucal o general:
  • Infecciones profundas, quistes o tumores maxilares.
  • Reconstrucción tras fracturas o resecciones óseas.
  • Extracciones complejas, como muelas del juicio incluidas o próximas al nervio dentario.
 

El diagnóstico preciso permite definir si el tratamiento será reconstructivo, ortognático, oncológico o implantológico. La valoración inicial suele incluir radiografías panorámicas, TAC 3D y planificación digital.

Tabla: tipo de problema y tratamiento maxilofacial más adecuado

Tipo de problema

Ejemplo clínico

Tratamiento maxilofacial indicado

Objetivo principal

Maloclusión severa o mordida abierta

Prognatismo, retrognatismo, asimetría mandibular

Cirugía ortognática bimaxilar

Mejorar la mordida y la estética facial

Dolor articular o bloqueo mandibular

Trastorno de ATM

Artroscopia o artrocentesis

Recuperar la movilidad y reducir el dolor

Extracción dental compleja

Muelas del juicio incluidas o cercanas al nervio

Cirugía oral controlada

Evitar daño nervioso o infección

Traumatismo facial

Fracturas de mandíbula, pómulo o órbita

Cirugía reconstructiva con placas de titanio

Restituir la función y la simetría

Tumores o quistes maxilares

Lesiones benignas o malignas

Resección quirúrgica y reconstrucción

Eliminar la patología y preservar el hueso

Alteraciones estéticas

Mentón pequeño, desproporción facial

Mentoplastia o cirugía ortognática estética

Armonizar el rostro y mejorar el perfil

Paciente con ortognatismo, candidato a una intervención de cirugía maxilofacial
Paciente con ortognatismo, candidato a una intervención de cirugía maxilofacial
Tipos de intervenciones en cirugía maxilofacial

Tipos de cirugía maxilofacial

La cirugía maxilofacial comprende un amplio conjunto de procedimientos que actúan sobre los huesos del rostro, la cavidad oral y el sistema masticatorio. Cada intervención tiene un objetivo distinto, pero todas buscan restablecer la función, eliminar patologías y mejorar la armonía facial.

Cirugía ortognática
Corrige discrepancias entre el maxilar y la mandíbula que afectan la mordida, la respiración o la estética facial.

  • Indicada en casos de mordida abierta, prognatismo o retrognatismo.
  • Utiliza planificación digital 3D para guiar los cortes óseos y prever los resultados.
  • Mejora simultáneamente la función masticatoria y la armonía del rostro.
 

Cirugía de muelas del juicio y extracciones complejas
Indicada cuando las muelas están incluidas, mal posicionadas o próximas al nervio dentario.

  • Permite evitar infecciones, quistes o desplazamientos dentales.
  • Suele realizarse con anestesia local o sedación consciente.
  • En casos complejos, el cirujano evalúa la relación nerviosa mediante TAC 3D.
 

Cirugía reconstructiva y postraumática
Dirigida a restaurar el hueso y los tejidos blandos tras fracturas, accidentes o resecciones tumorales.

  • Emplea placas de titanio, injertos óseos o mallas reabsorbibles.
  • En casos graves, se planifica con impresión 3D personalizada.
  • Su objetivo es recuperar la simetría facial y la función articular.
 

Cirugía implantológica y regenerativa
Permite colocar implantes dentales complejos o regenerar el hueso perdido.

  • Incluye técnicas como injertos óseos, elevación de seno maxilar o regeneración guiada.
  • Indicada en pacientes con pérdida ósea o tratamientos previos fallidos.
 

Cirugía oncológica y de glándulas salivales
Abarca la resección de quistes, tumores benignos o malignos, y alteraciones glandulares.

  • Se centra en eliminar el tejido patológico preservando las estructuras vitales.
  • Puede combinarse con reconstrucción inmediata para minimizar secuelas estéticas.
 

Cirugía estética facial complementaria
Incluye procedimientos que armonizan el rostro y complementan tratamientos funcionales.

  • Mentoplastia, rinoplastia, bichectomía o lipoestructura facial.
  • Aporta equilibrio y proporción, mejorando la percepción global del rostro.
 

Tabla comparativa: tipos de cirugía maxilofacial, finalidad, recuperación y resultados

Tipo de cirugía

Finalidad principal

Tiempo de recuperación

Resultados esperados

Ortognática

Corregir mordida y simetría facial

3–6 semanas

Función y estética mejoradas

Extracción de muelas del juicio

Evitar infecciones o desplazamientos

3–7 días

Recuperación rápida y sin secuelas

Reconstructiva

Reparar huesos o tejidos dañados

4–8 semanas

Restablecer función y simetría

Implantológica

Sustituir dientes y regenerar hueso

2–4 semanas

Estabilidad y estética dental

Oncológica

Extirpar lesiones o tumores

Variable

Control de la enfermedad

Estética facial

Mejorar proporciones del rostro

1–3 semanas

Armonía y confianza facial

Las cirugías maxilofaciales modernas no solo son más seguras, sino que se apoyan en planificación digital y biomateriales avanzados, lo que permite personalizar cada intervención y lograr resultados naturales y previsibles.

Cirugía ortognática: recuperar el equilibrio entre función y estética facial

La cirugía ortognática es una de las intervenciones más representativas de la cirugía maxilofacial moderna. Su objetivo es recolocar los maxilares para corregir alteraciones en la mordida, mejorar la respiración y equilibrar las proporciones faciales. Aunque suele asociarse a fines estéticos, su impacto funcional es igual o incluso más importante.

Se indica en pacientes con problemas como:

  • Mordida abierta o cruzada, donde los dientes no encajan correctamente.
  • Prognatismo o retrognatismo mandibular, con mandíbula adelantada o retraída.
  • Asimetrías faciales que afectan el equilibrio del rostro.
  • Trastornos respiratorios o del sueño, especialmente en casos de apnea obstructiva.
 

La cirugía ortognática combina precisión tecnológica y planificación interdisciplinar entre el cirujano maxilofacial y el ortodoncista. Actualmente, los procedimientos se diseñan con modelos digitales en 3D, lo que permite predecir el resultado final tanto en la oclusión como en la expresión facial.

Etapas del tratamiento ortognático

Fase del proceso

Qué se realiza

Profesionales implicados

Duración aproximada

Diagnóstico inicial

Estudio fotográfico, cefalométrico y escáner 3D

Ortodoncista y cirujano maxilofacial

1–2 semanas

Planificación digital

Simulación de movimientos mandibulares y oclusión

Cirujano maxilofacial

2–3 semanas

Tratamiento ortodóncico previo

Alineación dental antes de la cirugía

Ortodoncista

6–18 meses

Intervención quirúrgica

Recolocación de maxilar y/o mandíbula bajo anestesia general

Cirujano maxilofacial

2–4 horas

Recuperación y control

Revisión postoperatoria y ortodoncia de refinamiento

Equipo interdisciplinar

3–6 meses

Resultados esperables

  • Funcionales: mejora de la mordida, masticación, fonación y respiración.
  • Estéticos: equilibrio facial, perfil más armónico y expresión relajada.
  • Psicológicos: aumento de la autoestima y mejora de la imagen personal.
 

La recuperación suele requerir entre 3 y 6 semanas, dependiendo del tipo de movimiento óseo. Durante este tiempo se recomienda una dieta blanda, higiene minuciosa y control periódico con el equipo médico.

La cirugía ortognática no busca cambiar el rostro, sino armonizarlo con su estructura natural, recuperando la funcionalidad perdida y la confianza del paciente.

Riesgos, recuperación y cuidados postoperatorios

Toda cirugía maxilofacial, por avanzada que sea, requiere un proceso de recuperación supervisado y una correcta atención postoperatoria. Aunque los resultados suelen ser excelentes, es fundamental conocer los posibles efectos secundarios, riesgos y tiempos de recuperación para asegurar una evolución favorable.

Riesgos y complicaciones más frecuentes

En la mayoría de los casos, las molestias son transitorias y controlables con medicación. Sin embargo, conviene conocer los efectos posibles según el tipo de cirugía:

Complicación

Causa habitual

Duración estimada

Recomendación médica

Inflamación facial

Reacción normal al trauma quirúrgico

3–7 días

Aplicar frío local, mantener cabeza elevada

Dolor o sensibilidad

Irritación tisular o nerviosa

3–10 días

Analgésicos y reposo relativo

Hematomas o moretones

Fragilidad capilar o manipulación ósea

7–15 días

No masajear, evitar exposición solar

Sangrado leve

En cirugía oral o de muelas del juicio

24–48 horas

Compresión con gasa estéril

Infección postoperatoria

Higiene deficiente o tabaco

Rara (menos del 5%)

Antibióticos y control médico

Alteración sensitiva temporal

Irritación del nervio dentario o mentoniano

Semanas o meses

Seguimiento neurológico y fisioterapia si es necesario

En manos de un cirujano maxilofacial experimentado, las complicaciones graves son excepcionales. La clave está en la planificación preoperatoria y en seguir rigurosamente las pautas del especialista.

Cuidados esenciales durante la recuperación

  • Mantener la zona limpia y seca, utilizando enjuagues suaves con clorhexidina o agua salina.
  • Evitar el tabaco y el alcohol, ya que retrasan la cicatrización.
  • Dormir con la cabeza ligeramente elevada para reducir la inflamación.
  • Seguir una dieta blanda y fría los primeros días (purés, yogures, cremas, sopas templadas).
  • No realizar ejercicio físico intenso durante al menos 15 días.
  • Controlar la medicación según las pautas del especialista (analgésicos, antibióticos, antiinflamatorios).
  • Acudir a las revisiones para retirar puntos o valorar la evolución.
 

El tiempo de recuperación completa varía: desde una semana en cirugías menores, hasta seis semanas en intervenciones ortognáticas o reconstructivas.

El éxito de una cirugía maxilofacial no termina en el quirófano, sino en el cuidado que el paciente mantiene después. La constancia y la higiene son el mejor complemento de la técnica quirúrgica.

Postoperatorio de cirugia maxilofacial

Precios y financiación de la cirugía maxilofacial

El coste de una cirugía maxilofacial puede variar ampliamente según el tipo de intervención, la complejidad del caso, la tecnología utilizada y la experiencia del equipo quirúrgico. Aunque el precio es un factor importante, debe entenderse dentro de un contexto médico: lo esencial es garantizar la seguridad, la precisión y los resultados funcionales y estéticos a largo plazo.

Factores que influyen en el precio

Variable

Cómo influye en el coste

Rango estimado

Tipo de cirugía

Intervenciones simples (como muelas del juicio) son más asequibles que las ortognáticas o reconstructivas.

Desde 250 € hasta más de 8.000 €

Complejidad del caso

Pacientes con asimetrías severas, fracturas o pérdida ósea requieren planificación avanzada y más tiempo quirúrgico.

+20–40 % sobre el precio base

Tipo de anestesia

Local, sedación consciente o anestesia general (requiere quirófano hospitalario).

80 €–1.000 €

Hospital o clínica

Los centros con tecnología 3D y equipos multidisciplinares suelen tener un coste mayor, pero también mejores resultados y menor riesgo.

Variable

Cirujano maxilofacial

La experiencia y especialización del profesional influyen directamente en el coste y la previsibilidad del resultado.

Variable

Cobertura o financiación

Parte de los tratamientos puede estar cubierta por la Seguridad Social o seguros médicos, especialmente los funcionales.

Parcial o total según el caso

Ejemplos orientativos de precios

Tipo de procedimiento

Precio aproximado en clínica privada (España)

Cobertura en sanidad pública

Extracción de muelas del juicio

150 € – 300 €

Sí, si está indicada médicamente

Cirugía ortognática

6.000 € – 9.000 €

Parcial en casos funcionales

Cirugía reconstructiva facial

4.000 € – 10.000 €

Sí, según la patología

Implantes dentales complejos

1.000 € – 2.500 €

No

Cirugía estética facial (mentoplastia, rinoplastia funcional, etc.)

2.000 € – 6.000 €

No

Cirugía de glándulas salivales o tumores

3.000 € – 7.000 €

Sí, cobertura completa

Los precios indicados son orientativos y pueden variar según la ciudad, la clínica y las necesidades individuales del paciente.

Financiación y facilidades de pago

La mayoría de las clínicas maxilofaciales ofrecen planes de financiación personalizados, que permiten abonar el tratamiento en cuotas mensuales sin intereses durante los primeros meses.
Además, algunas pólizas de salud privadas cubren intervenciones funcionales u oncológicas, aunque no los procedimientos estéticos.

Consejo práctico: siempre es recomendable solicitar un presupuesto detallado con desglose de honorarios médicos, anestesia, material quirúrgico y seguimiento postoperatorio, para evitar costes ocultos.

Un tratamiento maxilofacial debe considerarse una inversión en salud, función y confianza. Los resultados bien planificados tienen un valor que trasciende el precio.

Coberturas público-privadas de la cirugia maxilofacial

Resultados y beneficios a largo plazo

La cirugía maxilofacial ofrece mucho más que una mejora estética. Sus beneficios se reflejan en la función, la salud y la calidad de vida del paciente, aportando resultados estables y duraderos. Gracias a los avances en planificación digital y técnicas mínimamente invasivas, los cambios son predecibles, naturales y progresivos.

Beneficios funcionales

  • Mejor masticación y digestión, al corregir problemas de mordida o asimetría mandibular.
  • Mayor comodidad respiratoria, especialmente tras cirugías ortognáticas o reconstructivas.
  • Alivio del dolor y tensión muscular en casos de disfunción temporomandibular (ATM).
  • Mejor pronunciación y fonación, al reequilibrar la relación entre labios, lengua y mandíbula.

Beneficios estéticos

  • Rostro más simétrico y equilibrado, con proporciones naturales y coherentes.
  • Perfil armónico y expresión relajada, resultado de una corrección estructural profunda.
  • Rejuvenecimiento facial indirecto, gracias a la restauración ósea y de tejidos blandos.
  • Resultados duraderos, sin necesidad de retoques frecuentes.

Beneficios psicológicos y sociales

  • Incremento de la autoestima y confianza en la imagen personal.
  • Reducción de la ansiedad social y mejora del bienestar emocional.
  • Mayor satisfacción con la salud y apariencia general.

El éxito a largo plazo depende del seguimiento clínico y de mantener una buena higiene oral, hábitos saludables y revisiones periódicas. En la mayoría de los pacientes, los beneficios funcionales y estéticos permanecen durante toda la vida.

El verdadero éxito de una cirugía maxilofacial se mide cuando el paciente vuelve a sonreír, comer y expresarse sin limitaciones. La estética es solo la consecuencia visible de haber recuperado la función.

La cirugía maxilofacial como equilibrio entre salud, función y armonía facial

La cirugía maxilofacial representa una de las disciplinas médicas más completas, al integrar en un mismo campo la salud oral, la reconstrucción facial y la estética. Su propósito va mucho más allá de mejorar la apariencia: busca restaurar la función natural del rostro, devolver la capacidad de masticar, respirar, hablar y sonreír con normalidad.

Gracias a la combinación de tecnología 3D, técnicas mínimamente invasivas y planificación personalizada, hoy es posible alcanzar resultados que respetan la identidad del paciente y al mismo tiempo mejoran su bienestar físico y emocional. Cada procedimiento, desde la extracción de una muela del juicio hasta una cirugía ortognática completa, responde a una misma filosofía: equilibrar forma y función.

Acudir a un cirujano maxilofacial acreditado garantiza un diagnóstico integral y un plan de tratamiento seguro. Este especialista no solo trabaja sobre los dientes o los huesos, sino sobre la estructura global del rostro, asegurando que cada intervención sea coherente con la anatomía, la expresión y las expectativas del paciente.

La cirugía maxilofacial no busca cambiar quién eres, sino devolverle armonía a tu rostro y funcionalidad a tu vida.

Preguntas frecuentes sobre cirugía maxilofacial

La cirugía maxilofacial genera muchas dudas, sobre todo en pacientes que se enfrentan por primera vez a un tratamiento quirúrgico facial. A continuación se abordan las preguntas más habituales con respuestas claras, médicamente contrastadas y de fácil comprensión.

¿Cuánto cuesta una cirugía maxilofacial?

El precio depende del tipo de intervención, la complejidad y el centro donde se realice. En España, las cirugías simples como la extracción de muelas del juicio rondan los 150–300 €, mientras que una cirugía ortognática o reconstructiva puede superar los 6.000–9.000 €. En la sanidad pública, los procedimientos funcionales suelen estar cubiertos total o parcialmente.

¿La cirugía maxilofacial duele?

Durante la intervención no se siente dolor gracias a la anestesia local o general. En el postoperatorio puede aparecer molestia moderada, controlable con analgésicos y antiinflamatorios. La sensación de incomodidad suele disminuir en pocos días.

¿Cuánto dura la recuperación?

Depende del tipo de cirugía: de una semana en extracciones simples a seis semanas o más en procedimientos ortognáticos o reconstructivos. El paciente puede reincorporarse gradualmente a su rutina siguiendo las pautas médicas.

¿Cuáles son los principales riesgos?

Como toda cirugía, existen riesgos mínimos: infección, inflamación, sangrado leve o entumecimiento temporal. Estos efectos son transitorios y poco frecuentes si la intervención la realiza un especialista cualificado.

¿Qué diferencia hay entre cirugía maxilofacial y cirugía estética?

La cirugía maxilofacial tiene un objetivo funcional y médico (corregir mordida, respiración o lesiones), mientras que la estética busca mejorar la apariencia. En muchos casos, ambas se complementan para alcanzar un equilibrio natural entre salud y armonía facial.

¿Quién puede someterse a una cirugía ortognática?

Está indicada para pacientes con crecimiento óseo completo, generalmente a partir de los 18 años, que presentan problemas de mordida, asimetrías o trastornos respiratorios. Requiere una evaluación conjunta entre ortodoncista y cirujano maxilofacial.

¿Se nota mucho el cambio después de la cirugía?

El resultado suele ser armonioso y natural, ya que la intervención respeta las proporciones faciales. No transforma el rostro, sino que recupera la simetría y la expresión original del paciente.

¿Puedo financiar el tratamiento?

Sí. La mayoría de clínicas ofrecen planes de financiación sin intereses durante varios meses, además de facilidades para tratamientos combinados con ortodoncia o implantología.

¿Es una cirugía segura?

Sí. Gracias a la tecnología digital 3D y a la planificación milimétrica, la cirugía maxilofacial actual es muy segura y predecible, con tasas de éxito superiores al 95 %.

¿Cuándo debo acudir a un cirujano maxilofacial?

Cuando existen problemas de mordida, dolor mandibular, dificultad para masticar, respirar o tragar, o alteraciones visibles del rostro. También es el especialista indicado para casos de traumatismos, tumores o quistes maxilares.