Limpieza lingual: cuatro claves para la excelencia

Limpieza lingual jelleke-vanooteghemEs el músculo que nos permite articular las palabras y no le damos tregua. Por eso, quizás, el cuidado y la limpieza lingual son los grandes secundarios de una correcta higiene bucodental. En este texto trataremos de ayudarte para que la lengua tenga un papel protagonista a la hora del cepillado con unos sencillos consejos:

1)Usa limpiadores linguales. Creados ad hoc para eliminar las bacterias que se acumulan en toda la superficie  de la lengua, ya que se adaptan a su forma y son muy eficaces.

2)Cepillado diario (entre dos y tres veces al día). La limpieza de la cavidad oral en general y de la lengua en particular es mucho más efectiva si la interiorizas, hasta crear un hábito. ¿Cómo? A través de una palabra que desde Platón Dental no nos cansamos de repetir, casi como un mantra: la prevención. En este sentido, es importante que tras el cepillado de los dientes dediques un minuto a raspar suavemente la lengua en vertical. De este modo, eliminarás los gérmenes que se acumulan en la sinhueso.

3)Irrigadores. Su utilización se recomienda desde una perspectiva general, para cuidado y desinfección de las piezas dentales, pero también actúan como unos facilitadores de la limpieza lingual.

4)Colutorios. Como en el caso de los irrigadores, la finalidad de estos enjuagues es complementar, proteger y reforzar los efectos del cepillado de los de los dientes. No obstante, su efecto también se deja notar en la lengua porque llega a toda su superficie, especialmente a la parte posterior.

Si sigues estos consejos, no tendrás ninguna dificultad añadida. Sin embargo, un color marcadamente blanquecino de la lengua puede indicar problemas gástricos, halitosis, candidiasis o simplemente acrecentar los efectos negativos de malos vicios, como el tabaco. En caso de detectar alguna anomalía o si necesitas aclarar dudas sobre la limpieza lingual más allá de estas líneas, visítanos en nuestras clínicas de Palma y Manacor.

 

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